Casi morí de frío en el invierno de España, uno de los países más cálidos de Europa. Una de las cosas que celebré al volver fue no tener que vestir mil ropas en el invierno. Porque la temperatura media del invierno de Belo Horizonte, mi ciudad, es de 22C. Ya imaginaba la gente aquí con frío, de bufandas a los 17C y yo, más acostumbrada, solo con abrigos ligeros. Y escribiendo a mis amigos de allá: «aquí estamos en invierno, 22C…»

Pero llegó el invierno y…

Dicen que este fue el julio más cálido desde 1912, cuando comenzaron a medir la temperatura, o sea, el julio más cálido de la historia registrada! Temperatura 6 grados arriba del promedio del período. Al principio del mes la temperatura giraba alrededor de los 26, 29C. Primero dejé de cargar un abriguito ligero (porque por la noche teóricamente enfriaría), porque nunca lo usaba y luego empezé a salir por la noche de vestido! Caminando en la calle por la noche y sintiendo calor. Hay día en que hacen 33C. ¿33C en el invierno?  ¿Qué es eso? ¿Qué estamos haciendo con la naturaleza? Hasta siento un poco de culpa: será que fue de tanto desear un invierno cálido? No, creo que no soy tan poderosa. Somos todos nosotros juntos acabando con la naturaleza. Cada persona puede y debe hacer su parte, pero son necesarias acciones colectivas.

Para nuestro propio bien…

Temo el próximo verano!

Ni tuve la oportunidad de usar mis bufandas traídas de España! Que decepción! jajaja